viernes, 18 de septiembre de 2015

Bellver d´Ossó, vestigios de una antigua villa fortificada


 
 
A través de la carretera L-303 que va de Agramunt a Cervera llegamos a Bellver d´Ossó. Otra opción es llegar a través de la C-14 desde Tárrega hasta Agramunt para coger la carretera que lleva a Cervera, son 18 km desde Tárrega y 8 km desde Agramunt. Es una pedanía de Ossó de Sió y se encuentra en un cerro coronado por la iglesia románica de Sant Pere (s. XII) a unos 400 metros de altitud. Tiene algo menos de un centenar de habitantes. La base de la economía es la ganadería y la agricultura de secano.
 
 
 
 
Es un auténtico placer pasear por calles y plazas en Bellver d’Ossó. Las calles más antiguas del pueblo ganan el acentuado desnivel en zig-zag y callejones con escalones.
 

En una de las calles del nucleo antiguo encontramos unos arcos que corresponden a uno de los antiguos portales.
 
 
Se cree que antiguamente el pueblo estaba amurallado, así que no es difícil imaginarse por donde estaba fortificado y como serían sus puertas de entrada.
 
 
 
La mayoría de las casas están construidas en piedra. Los vecinos han sabido mantener un ambiente medieval utilizando los materiales de construcción tradicionales.
 
 
 
Subimos hasta la iglesia de Sant Pere. Se trata de una iglesia originalmente de estilo románico, muy modificada en el siglo XVIII. Es un edificio de una sola nave y dos contrafuertes en la parte sur.
 
 
 
El único elemento románico destacado que se conserva es el ábside construido con sillares de piedra muy bien cortados, en el centro hay una ventana de arco de medio punto de doble derrame, a la derecha de la abertura se observa una lápida con un grabado de una figura humana. En la parte superior tiene una cornisa decorada con cintas entrelazadas debajo de las cuales tiene una parte de arcos ciegos apoyados sobre ménsulas.

El 1985, cuando se iniciaron las obras de consolidación del muro situado detrás del ábside de la iglesia, se localizaron 12 tumbas antropomórficas del tipo denominado bañera. La mayoría de estas tumbas se pueden datar dentro del siglo X.
 
 
 
Adosado a la fachada principal se encuentra el campanario de planta sexagonal.
 
 
Sólo un pero, muy triste la horrible construcción que intenta competir en asltura con la magnífica torre.
 
 
Se accede al templo por una puerta de arco de medio punto adovelada.
 
 
 
En medio del arco hay un relieve con la imagen de san Pedro.
 
 
 
La puerta está decorada con un friso donde se aprecia alguna figura muy gastada. Sobre la puerta se observa el espacio que ocupaba un antiguo óculo, el cual fue desplazado hacia arriba y a la derecha. Sobre este espacio hay una hornacina en el que se aloja una imagen en piedra de san Pedro.
 
 
 
Bajamos de nuevo por calles que nos evocan a los tiempos en los que el Conde de Urgel conquistó este territorio.
 
 
 
Al encontrarse en un cerro, desde algunos puntos del pueblo tenemos unas magníficas vistas de los campos de cultivo que lo rodean.
 
 
 
Cerca de la carretera está la antigua cruz de término gótica, datada en el 1517.
 


Es de estilo gótico y se sustenta sobre una columna octogonal de gran altura. En cada cara de la base de la cruz se puede observar la figura de un santo. La cruz es de tipología latina y tiene las figuras del Cristo Crucificado y la Virgen con el niño.



 
 
Con esta cruz de término decimos adiós a Bellver y seguimos nuestra ruta por el Urgell

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