miércoles, 23 de septiembre de 2015

Castillo de Montfalcó d´Ossó

A 18 km de Tárrega, a 8 km de Agramunt y tan sólo 1km de Castellnou d´Ossó, en la carretera que va de Agramunt a Cervera se encuentra Montfalcó d´Ossó. Esta pequeña pedanía de Ossó de Sió apenas tiene una veintena de vecinos.
 
 
Dejo el coche en las afueras del pueblo, junto a un montículo donde encuentro una cruz de término muy sencilla. Desde allí ya es posible distinguir perfectamente la torre de lo que fue el castillo.
 
 
 
El castillo de Montfalcó d'Agramunt se encuentra en la parte más alta del pueblo. De la antigua fortaleza medieval sólo queda la torre cuadrada del siglo XII. Los muros están hechos con sillares de piedra bien cortados y escuadrados y colocados en hiladas regulares. En la base, sin embargo, los sillares son más desiguales, signo de una construcción anterior al resto de la torre. En el interior del muro hay un relleno, formado por piedras y mortero de cal. En la fachada del lado norte hay una mirilla, y en el primer piso, una ventana de época moderna.
 
 
Las otras partes son los restos del castillo de época renacenta, del que se conserva la fachada septentrional, que se caracteriza por una puerta adintelada y una estructura con dos aberturas cuadrangulares que se une a la torre primitiva. El interior está lleno de escombros. Sus elementos estructurales hacen pensar en una construcción del siglo XVII.
 
 
 
El castillo de Montfalcó d'Agramunt, documentado en el siglo XII, y situado en la ribera izquierda del rio Sió, formó parte probablemente de las fortificaciones de frontera de la Marca Hispánica de la linea defensiva del Sió, en la Marca de Lérida, junto con los vecinos castillos de Puigverd d'Agramunt, con el que tenia contacto visual, Castellnou d'Ossó, también con contacto visual muy cercano, Les Pallarques, Ratera, Les Sitges, Montcortés, Aranyó, Montfalcó Murallat y el Pilar de Almenara, entre otros. Todas las fortificaciones se comunicaban entre sí visualmente o mediante señales de humo o fuego, alertando de posibles ataques o incursiones sarracenas. Desde la extensa red de fortificaciones levantadas en las tierras del Sió se intentaría con el tiempo reconquistar nuevos territorios a los musulmanes, empezándose a formar la Cataluña la Nueva.

El núcleo primitivo del pueblo formaba una villa cerrada con un espacio rectangular rodeado de casas y presidido por el castillo; posteriormente se edificó en los alrededores de este cercado.
 
 
Nos acercamos hasta la Iglesia de San Miguel. El edificio data del siglo XVII y es de estilo barroco. Está hecho con sillares de piedra donde destaca la parte central de la fachada con una portada enmarcada por un arco de medio punto dovelado. Tiene una sola nave con dos capillas laterales y el ábside es poligonal.
 
 
El campanario de espadaña conserva la primitiva apariencia románica. La campana grande data del año 1858. Inicialmente la iglesia fue de estilo románico pero a partir del 1614 la reformaron. En el interior se venera la imagen románica de la Virgen de Montmagastrell. A ambos lados del edificio había dos columnas muy bien trabajadas adosadas al arco de la fachada, pero las sacaron al reformar la iglesia en 2002.
 
Bajamos hasta la plaza Mayor.
 
 
Algunas casas seguro que han reaprovechado materiales del antiguo castillo
 


La torre y la iglesia destacan sobre el resto del caserío desde muchos puntos del pueblo. Con esta vista cogemos el coche para seguir nuestra ruta por el Urgell.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Castellnou d´Ossó, una torre romana única en Cataluña



 
 
A 16 km de Tárrega y 5 de Agramunt se encuentra Castellnou d´Ossó. Se trata de una pequeña pedanía de Ossó de Sió con una treintena de vecinos. A pesar de su pequeño tamaño, tiene un interesante patrimonio histórico.
 
 
 
Esta bonita población guarda pequeños tesoros arquitectónicos como la torre romana del siglo II a.C. En su interior se alberga una segunda torre medieval construida posteriormente. La torre romana se llamaba también Castell Lliuró y era un punto de fortificación defensiva para vigilar las antiguas rutas del Vall de Sió. La iglesia de Sant Pere (s. XI) y el “molí fariner del Marquès” son otros lugares que no podemos perdernos.
 
 
 
Aparcamos el coche a la entrada del pueblo en la parte de abajo. Allí mismo encontramos el Moli del Marqués.

Este edificio románico del siglo XIII era un antiguo molino hidráulico harinero.
 
 
 
Tiene una estructura cuadrada y tiene dos pisos. Había servido también de vivienda. Tiene dos puertas de acceso, una de las cuales permitía la entrada a la casa. Parece que también había una buhardilla. En los bajos se encontraba la sala de las dos molas, arriba las dependencias para el molinero.
 
 
Seguimos nuestra visita a este monumental pueblo y nos acercamos hasta la Torre Romana.

Los romanos dejaron allí su huella con una fortificación de la época romana, data del siglo II antes de Cristo. Más tarde se utilizó en la época medieval construyéndose una torre sobre la base romana. Cabe recordar que cerca del pueblo, en Puigverd d'Agramunt se encontraron también restos de una antigua villa romana. Por ello se cree que en la ribera del Sió hubo una importante comunidad romana.
 
 
 
Encima de una pequeña colina se encuentra esta estructura en forma circular. Las murallas presentan un aparato ciclópeo considerado de época romana. Actualmente sólo se conserva el semicírculo oriental de lo que debía ser una estructura de forma circular con un diámetro de unos 24 m con una puerta al norte.
 
 
 
En el centro se sitúa la torre medieval del antiguo castillo, actualmente de unos 4 m de altura, que seguramente debió ser muy alta. Se àrece a la torre de Almenara. Esta torre medieval fue construida cuando el término fue conquistado por el conde Ermengol IV d'Urgell el año 1070. La torre romana también se llamaba Castell Lliuró. Era un punto de fortificación defensiva para vigilar las antiguas rutas del valle del Sió. Es una construcción romana que mantiene buena parte de su fisonomía y monumentalidad, con unas características únicas en Cataluña y en España. En 1985 fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional. Hasta hace poco era propiedad particular de la familia Llurba-Huguet que ante la imposibilidad de rehabilitarla decidió cederla al municipio.
 
 
 
El pueblo ha tenido diferentes nombres Castell Lliuró, Castellnou de Montfalcó, Castellnou d'Agramunt, Castellnou de Sió hasta que finalmente se llamó Castellnou d'Ossó.

El pueblo se edificó en la segunda mitad del siglo XI. Estaba cerrado por dos portales y sorprende la gran distancia que hay entre la iglesia y el resto del pueblo. Junto a la iglesia se encuentra el pequeño cementerio.
 


La primitiva iglesia es de estilo románico tardío y data del siglo XIII. Es un edificio de una sola nave con un ábside semicircular. La nave está cubierta con bóveda de cañón. La fachada está coronada con un campanario de espadaña de dos ojos que nos recuerda a la de Ossó de Sió. A lo largo de la nave hay varios contrafuertes. La puerta está adornada con dos arquivoltas en gradación soportadas por columnas con capiteles lisos.

En el interior de la iglesia hay un sarcófago paleocristiano del siglo VIII. Está compuesto por cuatro piezas: una caja paralepipédica, con decoración figurativa en bajorrelieve; una tapa rectangular plana y dos pies en forma de arco triumfal. La decoración esculpida se reparte entre la caja y los pies. Está muy erosionada pero deja entrever un estilo arcaizante y muy sencillo. En la parte frontal se ve una cruz esgrafiada dentro de un círculo, haciendo referencia a un símbolo. A la izquierda, aunque no se ve demasiado bien, se aprecia la imagen de un personaje que lleva una cruz en la mano derecha y un ramo de flores en la mano izquierda. También hay tres personajes femeninos vestidos con faldas largas y pañuelos en la cabeza que parecen llorar la muerte del personaje principal.
 
Volvemos al coche y seguimos nuestra ruta por el Urgell.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Bellver d´Ossó, vestigios de una antigua villa fortificada


 
 
A través de la carretera L-303 que va de Agramunt a Cervera llegamos a Bellver d´Ossó. Otra opción es llegar a través de la C-14 desde Tárrega hasta Agramunt para coger la carretera que lleva a Cervera, son 18 km desde Tárrega y 8 km desde Agramunt. Es una pedanía de Ossó de Sió y se encuentra en un cerro coronado por la iglesia románica de Sant Pere (s. XII) a unos 400 metros de altitud. Tiene algo menos de un centenar de habitantes. La base de la economía es la ganadería y la agricultura de secano.
 
 
 
 
Es un auténtico placer pasear por calles y plazas en Bellver d’Ossó. Las calles más antiguas del pueblo ganan el acentuado desnivel en zig-zag y callejones con escalones.
 

En una de las calles del nucleo antiguo encontramos unos arcos que corresponden a uno de los antiguos portales.
 
 
Se cree que antiguamente el pueblo estaba amurallado, así que no es difícil imaginarse por donde estaba fortificado y como serían sus puertas de entrada.
 
 
 
La mayoría de las casas están construidas en piedra. Los vecinos han sabido mantener un ambiente medieval utilizando los materiales de construcción tradicionales.
 
 
 
Subimos hasta la iglesia de Sant Pere. Se trata de una iglesia originalmente de estilo románico, muy modificada en el siglo XVIII. Es un edificio de una sola nave y dos contrafuertes en la parte sur.
 
 
 
El único elemento románico destacado que se conserva es el ábside construido con sillares de piedra muy bien cortados, en el centro hay una ventana de arco de medio punto de doble derrame, a la derecha de la abertura se observa una lápida con un grabado de una figura humana. En la parte superior tiene una cornisa decorada con cintas entrelazadas debajo de las cuales tiene una parte de arcos ciegos apoyados sobre ménsulas.

El 1985, cuando se iniciaron las obras de consolidación del muro situado detrás del ábside de la iglesia, se localizaron 12 tumbas antropomórficas del tipo denominado bañera. La mayoría de estas tumbas se pueden datar dentro del siglo X.
 
 
 
Adosado a la fachada principal se encuentra el campanario de planta sexagonal.
 
 
Sólo un pero, muy triste la horrible construcción que intenta competir en asltura con la magnífica torre.
 
 
Se accede al templo por una puerta de arco de medio punto adovelada.
 
 
 
En medio del arco hay un relieve con la imagen de san Pedro.
 
 
 
La puerta está decorada con un friso donde se aprecia alguna figura muy gastada. Sobre la puerta se observa el espacio que ocupaba un antiguo óculo, el cual fue desplazado hacia arriba y a la derecha. Sobre este espacio hay una hornacina en el que se aloja una imagen en piedra de san Pedro.
 
 
 
Bajamos de nuevo por calles que nos evocan a los tiempos en los que el Conde de Urgel conquistó este territorio.
 
 
 
Al encontrarse en un cerro, desde algunos puntos del pueblo tenemos unas magníficas vistas de los campos de cultivo que lo rodean.
 
 
 
Cerca de la carretera está la antigua cruz de término gótica, datada en el 1517.
 


Es de estilo gótico y se sustenta sobre una columna octogonal de gran altura. En cada cara de la base de la cruz se puede observar la figura de un santo. La cruz es de tipología latina y tiene las figuras del Cristo Crucificado y la Virgen con el niño.



 
 
Con esta cruz de término decimos adiós a Bellver y seguimos nuestra ruta por el Urgell

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Ossó de Sió, románico y descanso

 
 
Ossó de Sió es un pueblo y municipio del norte de la comarca de Urgell. Llegamos a través de la carretera local L-303 de Cervera a Agramunt, que comunica el pueblo con la C-14 y la autovía A-2, a 18km de Tárrega y 7km de Agramunt. Con algo más de 70 vecinos se encuentra a 391 m de altitud, en una elevación coronada por un ancho plano, a la izquierda del rio Sió. El crecimiento de la población ha tenido lugar en torno al núcleo primitivo de forma concéntrica y escalonada, con lo que se ha dejado lugar a una espaciosa plaza, una de las más grandes de la Ribera del Sio, con una notable cruz de término gótico.
 
 
 
Las actividades agrarias constituyen la base económica del municipio. En las tierras labradas predomina el secano y los cultivos de cereales (cebada, trigo, avena), los forrajes (alfalfa), los almendros y residualmente alguna hectárea de manzano y olivo. En cuanto a la ganadería, destaca la cría de ganado porcino y de aves de corral.
 


La iglesia parroquial de la Mare de Deu del Remei es de origen románico tardío, aunque está muy reformada.
 
El 1139 ya estaba documentada. No se menciona como parroquia pero se sabe que era atendida por un canónigo de Guissona, llamado Colldejou que tenía el título de beneficiado. Probablemente estaba dedicada a Santa María y hacia el siglo XIV se cambió el culto a la Virgen del Remei. 
 
 
Es de una sola nave de estilo románico tardío rematada a levante con un ábside semicircular. De la iglesia románica sólo quedan la parte norte del ábside y los muros de la fachada de poniente. La ventana del ábside tiene un arco de medio punto adovelado. La cornisa del alero está hecha de piedras trapezoidales biseladas, sin decoración. El paramento es de sillares de piedra bien escuadrados y pulidos. 
 
 
La fachada es completamente lisa y coronada por un campanario de espadaña de dos ojos, tiene una puerta descentrada, de arco de medio punto adovelado y sin decoración.
En medio del frontis hay un óculo.

En el interior, en la cuenca del ábside, hay un gran frontal pintado al fresco que representa una procesión del pueblo con la Mare de Deu del Remai. La cubierta de la nave, está recubierta de yeso y pintada, pero tiene el aspecto de vuelta de cañón, el ábside es precedido por un sencillo arco preabsidal algo apuntado y un pequeño tramo con bóveda de lunetos. Añadidos, posteriores al románico, está el transepto, con cubierta de bóveda de crucería, y dos hornacinas excavadas en los muros.
 

Es una pena que los mal llamados servicios públicos, teléfono, luz, etc maltraten el patrimonio que se encuentra en estos pequeños núcleos de población. No hay forma de tomar una imagen de la iglesia parroquial sin encontrarte algún hilo, cable o algo parecido. Ocurre lo mismo en muchos puntos del pueblo. Esperemos que los políticos locales empiecen a cuidar estos pequeños detalles.
 
La plaza Mayor es muy amplia, la más grande de la zona. Aquí encontramos el mismo problema, cables por todos los lados.
 
 
 
Destacable es la cruz de término que es de estilo gótico y está situada en esta plaza Mayor.
 


Es una cruz sencilla con los relieves muy erosionados por el paso del tiempo.


 
 
La plaza esta presidida por el ayuntamiento.
 

Desde el pueblo hay una bonita vista del vecino Bellver d´Ossò. Pedanía perteneciente al municipio. Un pueblo perfecto para hacer turismo rural si buscas descanso y silencio.
 

lunes, 14 de septiembre de 2015

Donzell d´Urgell: una pequeña perla en el Urgell




Donzell d´Urgell se encuentra al norte de la comarca de Urgell, a 22km de Tárrega y 6 de Agramunt siguiendo la C-14 en dirección Andorra o Artesa de Segre se encuentra una pequeña perla que merece la pena visitar.

Un ramal que sale de la C-14, de unos 3 km, asfaltado y en buen estado nos lleva a través de un buen número de curvas hasta esta pedanía de Agramunt.

Donzell d’Urgell es un pequeño pueblo, de apenas una treintena de habitantes, cuyas calles y callejuelas transportan al viajero a otros tiempos y le hacen redescubrir rincones entrañables.



Cerca de la población está la ermita de Sant Roc. Se trata de una iglesia del siglo XV. La ermita de Sant Roc, fue levantada para venerar a este santo al cual se encomendaron los antiguos habitantes de la Donzell cuando se vieron afectados por el ciclo de la peste y del cólera. A cambio, le prometieron hacer una fiesta en su honor si el pueblo se veía libre de aquella plaga y, como así fue, según nos ha llegado a través del tiempo, el pueblo, aún hoy, hace una fiesta en su honor en agosto.

La imagen de Sant Roc está en la ermita, pero el día de su fiesta la llevan en procesión hasta la iglesia. Una vez allí, permanece durante ocho días, entre el pueblo. En el templo, la gente tiene costumbre de ir a hacer plegarias y a darle las gracias.

Transcurridos los ocho días, y en solemne procesión, se pasea por las calles del pueblo y se devuelve a la ermita, donde queda durante todo el año. Así pues, como hicieron los antepasados que pasearon el santo por las calles, hoy, recordando ese hecho, se conserva la tradición.



Dispone en la campa adyacente de un espacio adaptado para disfrutar de una jornada de picnic. Junto a la fuente y barbacoas, destaca una gran mesa con sus bancos, todo ello construido con enormes piedras.



Seguimos la carretera, disfrutando de la vista del pueblo. Situado en un alto, con sus casas apiñadas formando casi un círculo defensivo.


A la entrada del pueblo y fuera de lo que sería la muralla defensiva de la localidad se encuentra la iglesia de Sant Pere. De estilo neoclásico, fue construida en el siglo XVII. Tiene una nave y un campanario de torre cuadrada.

Cuando se construyó el campanario de la iglesia, el pueblo no disponía de las posibilidades económicas para hacer realidad aquel proyecto. La gente, debido a fuertes sequías, no había tenido los ingresos necesarios que permitieran poder mantener a la familia y desprenderse de una parte para destinarla a la construcción del campanario. Con este panorama, la cosa no se veía muy clara para que llegara a un final feliz.

Pero sucedió que un poderoso señor propuso que él se haría cargo de todos los gastos de la construcción del campanario si la Donzell aceptaba pagar un diezmo. Es decir, de cada 10 garbes que se hicieran en cada casa del pueblo cuando segaran, una sería para él hasta que estuvieran pagados todos los gastos de los cuales él haría frente de ahora en adelante.

El pueblo aceptó esta propuesta, ya que era la única manera de poder construir el campanario e irlo pagando entre todos con unos años de margen. Así se hizo y desde ese momento se comenzaron las obras por un lado y, se pasaba por las eras y los campos a la hora de la sega por otro, a fin y efecto de cobrar el impuesto aceptado del diezmo.

Lo que sucedió con los años, fue que el pueblo pensaba que ya había pagado el importe de lo que costó el campanario, pero el señor decía que aún faltaba, sin dar cuentas ni explicaciones. Así fue como el pueblo se negó a continuar pagando una cosa que, según ellos, ya habían amortizado totalmente con los años que pagaron el onzé, y decidieron recurrir a los tribunales para dejar de pagar el impuesto.

Haciendo cálculo de los años y de cuanto habían aportado cada uno de ellos durante aquellos años, el tribunal dio la razón a los ciudadanos eximinlos de continuar pagando el diezmo.

Así el pueblo dejó de pagar, y para conmemorar la sentencia de aquel hecho, en la plaza mayor del pueblo se colocó una placa conmemorativa, en la cual se puede ver: Plaça de la Redempció.


En la parte de atrás, visible cuando entras en el pueblo, pero algo oculto una vez bajas del coche, se encuentra el monumento a la Mujer. Inaugurado en el año 1988, se trata de un homenaje a la mujer por su ayuda en las labores del campo. Representa una mujer yendo a buscar agua. Éste es un lugar donde en épocas de sequía, se debía ir a buscar agua al canal del Urgell, y esto representaba una hora de camino. El agua directa no llegó hasta el 1965.


La Donzell, todavía hoy, mantiene sus características originales de vila cerrada y para entrar dentro del núcleo de población se ha de hacer por una de las dos puertas que dan acceso desde el lateral, donde se encuentra la iglesia de Sant Pere. Antiguamente estas portaladas que dan acceso al núcleo estaban cerradas cuando llegaba la noche y nadie podía entrar ni salir del pueblo durante las horas nocturnas, salvo excepciones puntuales.

El último toque de campana al anochecer era la señal del cierre de las puertas y el toque del ángelus que se hacía a punta de día, indicaba la señal que se abrían y de que se podía salir a trabajar en los campos.

Encima de una de estas portaladas, se puede ver una báscula de tributos romana, en recuerdo de tiempos pasados. Ésta era la antigua báscula municipal y servía para pesar los productos que la gente vendía o su pago en especias, al no tener dinero por pagar el diezmo al Señor del Castillo.


Antes de entrar bordeamos el pueblo. Encontramos un gran casal de piedra, llamado el castillo. Más que un castillo se trata de una gran casona que destaca sobre las demás por la fortaleza que transmiten sus muros que debió ser construida sobre los siglos XVI-XVII.


Una vez dentro, nos encontramos con un pueblo que conserva un regusto y carácter todavía medievales.


Cerrado y recluido sobre sí mismo paseamos por un conjunto de callejuelas sombrías donde nos sorprende el silencio casi absoluto.


Son numerosos los pasos cubiertos que durante el invierno protegerán a sus habitantes de los vientos heladores que azotan la sierra donde se ubica el pueblo.


Los estrechos callejones dan paso a plazuelas con alguna que otra vivienda blasonada con su escudo en la portada de entrada.

Las plazas son dos: la placeta y la plaza mayor, un poco más grande que la anterior. Dos calles recorren sinuosos todo el pueblo: el carrer d'avall (calle de abajo) y el carrer estret (calle estrecha).


Recorremos toda la población disfrutando de sus rincones típicos y del entramado de placetas y callejuelas.


La visita no nos lleva mucho tiempo, no más de 30-40 minutos, ya que se trata de un pueblo muy pequeño. Salimos por otro de los arcos que dan a la placeta donde está la iglesia y donde hemos dejado el coche.

Este pueblo lleva asociada una leyenda.

La leyenda que llega hasta nuestros días, transmitida oralmente durante siglos nos habla del castillo y del pueblo de la Donzell, que vendría del nombre Donzella.

"Nos dice la leyenda que, el señor de Montclar, era uno de los más bravos guerreros que la historia nos ha dado. Su encarnecida lucha contra los sarracenos, y sus victorias incesantes, le dieron una aureola de grandeza y señorío entre las tropas cristianas y, por contra, un acentuado y real temor entre los sarracenos, los cuales, si sabían que al frente de las tropas cristianas iba el señor de Montclar, temblaban.

Los prisioneros que hizo en sus batallas se habían de contar por centenares de centenares; no había duda de que era el terror viviente de los árabes, almenos así lo hemos de deducir por lo que todo el mundo cuenta y por sus obras.

Tantos y tantos prisioneros llegó a hacer que no cabían dentro de su castillo, donde residía, por lo que decidió que ya que estaba en posesión de dos castillos más, utilizarlos como lugar de reducción de los sarracenos que caían en sus manos. Fue de esta manera como utilizó ambos castillos como prisión, con lo que uno le servía para cerrar a hombres y muchachos y el otro a las mujeres y doncellas.

Con el tiempo, y debido al hecho explicado, ambos castillos recibieron los nombres respectivos de Castell de les Donzelles (o de la Doncella, ya que había como prisionera una bella joven sarracena hija de un cabdil) y Castell de les Puelles, nombre que más tarde extendieron a dos poblaciones que, con motivo de los castillos surgieron a su alrededor y que aun hoy subsisten no muy lejanos del pueblo y del castillo de Montclar donde residía el bravo y generoso señor, terror de la morisma en nuestras tierras".

Si deseáis alargar la jornada, muy cerca se encuentra el núcleo deshabitado de Rocaberti de San Salvador, al que se puede llegar a través de un sendero señalizado.