miércoles, 9 de octubre de 2019

Ruta Cátara 4: Castillo de Peyrepertuse

Tras visitar el pequeño pueblo de Duilhac-sous-Peyrepertuse, cogemos el coche y vamos hacia el castillo que domina este pueblo desde lo alto de la rocosa montaña. Desde el parking del pueblo,se encuentra a 2.5km y no es difícil llegar ya que está perfectamente señalizado.


Este castillo domina todo el sur de las Corbières, siendo considerado el conjunto más importante de la arquitectura militar de la Edad Media en el Languedoc. Desde lejos es difícil distinguir la fortaleza de las rocas calcáreas que coronan la montaña.


Peyrepertuse, Peirapertusa en occitano, significa piedra recortada, y lo entenderéis cuando veáis las montañas sobre las que se asienta.
Durante los siglos XII y XIII fue uno de los castillos cátaros y posteriormente uno de los "Cinco hijos de Carcasona" junto con el de Quéribus que se encuentra a 7 km de distancia en línea recta. Desde ambos castillos es posible ver uno u otro castillo.

Llegamos al parking, amplio y con muy pocos coches. Hay disponibles lavabos; aprovechar que arriba no hay.
Junto al parking se encuentra la recepción donde podemos comprar las entradas. 



El precio de la entrada general es de 7 euros, si llevas el pasaporte cátaro tendrás el descuento de 1 euro.



Los horarios dependen de la época del año:

enero de 10 a 16.30h
febrero de 10 a 17h
marzo de 10 a 18h
abril-mayo-junio de 9 a 19h
julio-agosto de 9 a 20h
septiembre de 9 a 19h
octubre de 10 a 18h
noviembre de 10 a 17h
diciembre de 10 a 16.30h


El acceso al castillo se realiza a través de un sendero rocoso por lo que es recomendable usar calzado de senderismo o zapatillas de deporte. La subida tiene bastante mas dificultad que la de Queribus. Se tarda en subir unos 15 o 20 minutos.


Admiten a vuestras mascotas siempre que vayan atados con la correa.

A tener en cuenta que es una visita peligrosa en caso de mucho viento e incluso se cierra en caso de tormenta.


Ascendemos el sendero mientras vemos la pared de roca, tan alta como delgada en su cima, y sobre la que se sitúa el castillo siguiendo el contorno de la roca.


El lado sur es sólo un acantilado coronado por paredes. Es en el lado norte donde se encuentra la entrada a la fortaleza, aquí la pendiente es menos pronunciada.

La primera sorpresa es que aunque desde abajo se creía ver un castillo, realmente es un conjunto de edificios en ruinas, una verdadera ciudadela, una Carcasona aérea.



La fortaleza tiene una longitud de 300 m por 50 m de ancho, conservando actualmente 2,5 km de murallas con su camino de ronda.

El castillo posee tres recintos a lo largo de sus 300 metros de longitud y encierra en el interior de sus murallas casi una hectárea de edificios. Los tres recintos a visitar son el recinto bajo y su torreón, el recinto mediano y el torreón de San Jorge.


En el primer recinto, en la parte oriental y mas baja de la cresta, es donde se encuentran las construcciones mas antiguas. Accedemos a ella a través de una pequeña puerta defendida por una barbacana.


Este primer recinto tiene una planta triangular y esta rodeado por una muralla de 102 metros de longitud flanqueada por torres semicirculares. Alrededor del patio central se apoyan las construcciones, algunas en muy mal estado.


A la izquierda, la Torre del Homenaje, con planta circular y a la que se puede acceder a través de unas escaleras.


A la derecha, la capilla de Santa María, construida en 1115, con una pequeña habitación adosada ya que servía como lugar de culto y refugio. Está en su mayor parte derrumbada pero llama la atención el ábside románico y la cubierta en vuelta de cañón.
La capilla está unida a la fortaleza por un muro fortificado y perforado por arqueros y una puerta de arco rota.


En 1239, en circunstancias un tanto oscuras, el Regente de Aragón vende la fortaleza al rey francés Luis IX, más conocido en el futuro como San Luis. Los nuevos maestros franceses primero construyen un muro para proteger el lado este, ya que era relativamente accesible para los atacantes. Este muro definirá el patio medio, mucho más grande que el anterior. Actualmente queda muy poco de él, apenas los vestigios de una estructura pentagonal y la muralla con su camino de ronda.

En el pico que domina la primera fortaleza, se construyo una segunda fortaleza, que en realidad sería una fortaleza dentro de la fortaleza. Para construir este segundo castillo junto al antigua, Luis IX ordenó personalmente en 1244, la construcción de una escalera, conocida como Escalera de San Luis, y que está construida al borde de un impresionante precipicio. Hay que subir los sesenta escalones esculpidos en la roca para visitar la torre del homenaje donde se encuentra la capilla de San Jorge.