domingo, 9 de marzo de 2014

Festa dels Romeus. Reviviendo la época de la peste en Monistrol de Montserrat

Es sábado y aprovechamos el día para acercarnos hasta Monistrol de Montserrat, localidad situada al sur de la comarca del Bages.

A 15 km de la capital comarcal, Manresa, y a unos 45 km de Barcelona, en unos 35 minutos llegamos hasta Monistrol. Desde Barcelona cogemos la A-2 hasta Abrera y desde allí la C-55 nos lleva hasta este bonito pueblo.

Llegamos al pueblo y decido entrar hacia el casco histórico. Con mucha suerte encuentro sitio en una pequeña zona de aparcamiento que hay junto a la carretera. Mas tarde veo que lo mejor hubiera sido seguir un poco más adelanto ya que hay un par de parkings bastante grandes que estaban medio vacíos y donde se podía aparcar bastante bien.

Desde donde aparco tengo una buena perspectiva del pueblo donde destaca la torre de la Iglesia de Sant Pere.


El pueblo se encuentra debajo de la montaña de Montserrat, formando parte de la misma. Las vistas son impresionantes.


Romeus nació el año pasado como un proyecto de pueblo , encaminado a explicar y mostrar, de una forma viva, cuál era la realidad que rodeaba el Monistrol que adoptó San Sebastián como su patrón. La devoción popular al Santo que libró la villa de la peste ha desembocado en una fiesta de carácter religioso con un peso específico propio y consolidado desde hace décadas .
Una semana después de esta fiesta Monistrol se traslada durante dos días hasta el siglo XVI a través de varias representaciones teatrales de escenas históricas.

Por todo el pueblo se instalan pequeños mercados de puestos con productos artesanales. En la Plaça de la Font Gran encontramos el mercadillo con puestos de comida. Allí compramos una coca de queso de cabra. Está buenísima aunque como en todos los eventos de este tipo nos sale algo cara, media coca 7€.


También hay instalada una taberna. Los bancos están hechos con paja y tablones de madera.


Entramos al pueblo por el carrer Sant Pere. La ambientación está bastante bien. Han tapado todos los elementos modernos, como señales de tráfico o cajas metálicas con sacos de aspillera, con lo que quedan bastante bien camuflados. Además días antes se ha realizado un curso donde han aprendido los usos tradicionales de las hierbas y especias que se han recogido previamente en la montaña, y han elaborado pequeños ramos para engalanar las calles de Sant Pere, Manresa, Sant Joan Espilons y la plaça del Bo-Bo.
Estos ramos además de adornar aromatizan el espacio del núcleo antíguo.


 Vamos al carrer Sant Joan, paralela a Sant Pere, que sería el núcleo originario de Monistrol. Detrás de las casas se encontraría la antigua muralla que daba al torrente de la Canaleta. Es la zona que hemos visto donde hemos dejado el coche.
Se trata de una calle muy estrecha donde podemos ver bastantes casas con puertas y ventanas con dovela de piedra.


Destaca al principio de la calle una casona con mezcla de estilos: Cal Cavaller. Es el casal de los Riusec, familia agrícola y ganadera cuyos pastores dice la tradición, encontraron la imagen de la Virgen de Montserrat en la Santa Cova.


Destaca el arco que hay a mitad de la calle.


Al final del carrer Sant Joan encontramos otra de las casas más interesantes, Can Gibert.


Encontramos otro pequeño mercadillo en la plaça del Bo-Bo. Una plaza porticada, pequeña pero preciosa.


Continuamos nuestro paseo por el carrer dels Es Pilons. Nos encontramos otro arco, con un edificio con elementos góticos.


La leyenda dice que aquí está enterrada la mano de un gigante que espanta a los niños que pasan por aquí.


Nos acercamos hasta la Iglesia de Sant Pere, de estilo renacentista es contemporánea del Monasterio de Montserrat.


Allí vamos a ver la escenificación del Burg, donde se explica las obras de construcción de la iglesia.


Uno de los personajes principales es el Abat Oliva ya que fue quien ordeno la construcción del Monasterio de Montserrat, que tendría bastantes roces con Monistrol ya que se disputaban el uso de la mano de obra para sus respectivas construcciones.

En la misma plaza de Sant Pere se encuentra el mercado de los artesanos donde podemos ver los oficios que antiguamente eran más comunes.
Hay un puesto donde se elaboran vitrales.


Un copista realiza manuscritos.


Un herrero forja sus trabajos.


Un ebanista realiza sus trabajos en madera.


Es una delicia poder disfrutar del trabajo de estos artesanos, hablar con ellos y poder comprar sus trabajos.


Durante todo el día, Romeos , tullidos , soldados , aldeanos , adivinos , artesanos , consejeros y todo tipo de personajes de la época dieron vida a la recreación histórica.


La rueda del tiempo comenzaba a girar con la llegada de los peregrinos , sorprendidos por el brote de peste que teñía de enfermos y de miedo las calles de Monistrol .


Su paso por la villa se producía en medio de las advertencias de los médicos que , en las portadas de entrada a la villa , advertían a todos los visitantes foráneos del peligro existente y recomendaban cruzar las calles con la cara tapada .


Pero la determinación del peregrino es firme y nada ha conseguido hacerles abandonar el viaje : a pesar de los cuerpos sin vida que se apilaban en las calles , los Romeos han seguido su camino , al margen de las acusaciones de los aldeanos que los señalaban de ser los portadores de la peste .


Ver a los médicos de la peste, con sus características vestimentas, por las calles nos traslada a una época oscura que diezmó las ciudades de toda Europa.


No hay gente en exceso lo que nos permite poder ver los actos sin ningún problema y proporciona a las representaciones mayor realidad.


Junto a la Iglesia asistimos a la cantada monacal.


Aprovechamos para dar una vuelta por el pueblo. Las entradas a la zona central donde se desarrollan las representaciones han sido decoradas con arcos.


Encontramos viejos caserones con puertas para liliputienses, no mas de 1,40m.


En el carrer Manresa han colocado varios animales en la calle que llaman mucho la atención de todos los niños.


En la plaça del Bo-Bo se escenifica el Escarni Public, donde el protagonista principal es uno de los nuevos personajes de este Romeus: el alguacil Mustasaf, el temible funcionario encargado de supervisar el buen funcionamiento de los mercaderes y vendedores ambulantes.


La plaça del Bo-Bo toma su nombre del baile que tiene lugar cada 20 de enero en honor a San Sebastian. La plaza porticada tal y como la vemos se remonta al siglo XVII. Es en esta época cuando se convierte en la plaza mayor del pueblo y en sede del mercado semanal.


A última hora de la tarde el mercado está bastante animado


Otra escenificación que se incorpora a la fiesta son la escena del 'Lavadero', que aprovecha el buen estado de conservación de los antiguos lavaderos del municipio para llevar a cabo una representación histórica.
La escena de un grupo de mujeres lavando ropa en el lavadero ha sido otro de los puntos álgidos de los Romeus hasta el punto de que han tenido que hacer dos sesiones por la tarde para dar cabida a todo el público que quería ver las discusiones encarnizadas entre las lavadoras de ropa que, entre enjabonada y enjabonada, aireaban los trapos sucios de sus vecinos.


En el Passeig de la Canaleta, junto al antiguo acueducto, se celebran las danzas renacentistas.


Os invito a planificar una escapada a este bonito pueblo en el III Romeus y viajar al Monistrol del siglo XVI, en el que se contruía la iglesia de Sant Pere, en el que los oficios tenían un peso importante y los mercados centraban la vida cotidiana. Una oportunidad de vivir la reaparición de la temida peste y sus efectos; hechos que marcaron la historia de este pequeño pueblo. Además podréis disfrutar del magnífico entorno que nos ofrece Monistrol con sus calles y plazas donde parece que no ha pasado el tiempo desde la Edad Media.