domingo, 9 de junio de 2013

Por el Rodal de Sabadell: descubriendo el Torrent de Colobrers

Este sábado hemos hecho una excursión circular de unos 12,4 km por el Rodal de Sabadell. En este paseo descubriremos el Santuari de la Salut, la ermita de Togores, la Font de Moragues, el Torrent de Colobrers y parte del Parque Fluvial del Ripoll.

El punto de salida fué el Santuari de la Salut en las afueras de Sabadell. Para ello salimos de Barcelona tomando la C-58 hasta la salida de Sabadell Centre. Entrando en la ciudad seguimos dirección Eix Macies hasta llegar a la Plaça Catalunya donde cogeremos la primera a la derecha, la ronda Zamenhof, dirección Caldes de Montbui. Seguimos esta calle recto hasta cruzar el puente sobre el rio Ripoll. A partir de aquí ya está señalado el santuario, seguimos la carretera que sube serpenteando hasta la Salut.


Hay una amplia zona de aparcamiento junto al santuario donde aparcamos el coche.



Damos una vuelta por los alrededores del santuario y disfrutamos de las vistas que hay de la ciudad de Sabadell donde destaca la Torre Milenium.


El santuario de la Virgen de la Salud está situado sobre la sierra de Sant Iscle, sobre restos de la antigua mansión iberorromano de Arrahona.El año 1323 se tiene ya noticia de la existencia de una ermita dedicada a Sant Iscle y Santa Victoria, que eran hermanos. En 1417 la habitaba un ermitaño y en 1455 los tres jurados de la villa intervienen en su administración. En las pestes coléricas de los años 1560 y 1589, la ermita se utiliza como "morberiao", puesto de observación y cuarentena de los presuntos enfermos.
En la actualidad la ermita está adosada al albergue.




En 1652 el ermitaño encontró una pequeña imagen de la Virgen María al pie de la fuente cercana al torrente de Canyameres. Esta imagen la colocó en el altar mayor. El hallazgo fue considerado milagroso por el pueblo, que enseguida va a sentir una gran devoción y que se va a reforzar por las curaciones que la Virgen prodigaba. Le dieron el nombre de Virgen de la Fuente de la Salud.Desde el año 1697 se celebra cada segundo domingo de mayo el Aplec de la Salut con actos religiosos y populares.La devoción por la Virgen de la Salud aumentó durante la epidemia de cólera de 1854.


El 29 de junio de 1876 se construye el actual edificio de la Salud, obra del arquitecto Carlos Gauron, con pinturas de Antoni Vila Arrufat y ricos vitrales. Durante la construcción se hundió la cubierta de la iglesia, pero se levantó de nuevo. Seis años después de su inicio, se bendijo el nuevo santuario. En 1907 se hizo el campanario, de estilo modernista, obra de Miquel Pascual i Tintorer.


En 1927 el ayuntamiento hizo varias obras en el santuario. La imagen original se había perdido, y se puso una de poco valor artístico. Esta imagen fue sustituida por una del escultor Vallmitjana, que en el incendio del año 1936 se destruyó, al igual que todo el santuario.


La reconstrucción del santuario se inició poco después de la revuelta, y un año más tarde se comenzó a celebrar misa. Las paredes se decoran con pinturas al fresco de Antoni Vila Arrufat. Se instalan igualmente unos ricos vitrales. La Virgen de la Salud fue proclamada y coronada patrona de la ciudad el 19 de octubre de 1947, por Pío XII.


El conjunto se completa con la rectoría o casa del capellán.


Al lado esta la antigua hosteria donde está proyectado un centro de interpretación. Adosada a la hosteria se encuentran los restos de la antigua ermita de Sant Iscle i Santa Victoria.


En los alrededores hay grandes pinares y explanadas donde descansar o pasar el día.


Detras del santuari hay una caseta de información con un mapa de los senderos de la comarca.



Justo por allí al lado pasa el Cami Ramader que une Ripollet con Castellar y que en dirección a la Serra de Sant Iscle y Castellar nos llevará a nuestro destino.


Cruzamos la carretera y seguimos esta pista que nos lleva en dirección a la ermita de Togores. Esta muy bien señalizado y no hay pérdida.


A un lado del camino vemos campos de cultivo y bosque


Y al otro lado unas fantásticas vistas de Sabadell.

 

Avanzamos por esta pista y dejamos a la izquierda un camino que va hacia la torre de Canonge, que será por donde volveremos.


Junto al camino encontramos prados con caballos que vuelven loco de curiosidad a mi perro. Es la primera vez que ve un caballo.


Pasa bastante gente a caballo y hasta un par de calesas. Por un momento parece que nos hemos teletransportado a la campiña andaluza.


Seguimos la pista y dejamos a nuestra derecha Can Manent


Poco a poco nos vamos adentrando en una zona boscosa


Mas adelante encontramos un nuevo cruce donde dejamos la pista que va hacia Sentmenat y Castellar del Valles y tomamos la de la izquierda en dirección a Togores.


La pista desciende suavemente hasta encontrar un pequeño curso de agua. Es el rio Tort.


Doug aprovecha para beber ya que el calor empieza a apretar.


Al poco deberiamos encontrar y tomar una pista a la izquierda que sube con algo de pendiente y que esta señálizada con una flecha azul.


Pero Doug y yo decidimos seguir las señales roja y blanca: ¡equivocación!!!!. El bosque cada vez se hace más espeso lo que ayuda a llevar mejor el calor que hace.


Siguiendo las marcas rojas y blancas llegamos a Can Vilar. Sólo hemos dado una pequeña vuelta.


Junto a la masía encontramos un campo de cultivo donde está trabajando el pagés. Le preguntamos por la ermita de Togores y nos indica que vamos por el buen camino, está a cosa de 1 km.
Poco más adelante nos encontramos por nuestra izquierda la pista que sube y por donde tendriamos que haber ido. Doug se queda mirandome con cara acusadora. Si¡¡¡ me equivoqué pero tampoco ha sido tan grave.


Avanzamos por la pista hasta llegar a la ermita de Togores.
Esta ermita fue levantada sobre los restos de una antigua construcción romana. Tiene el ábside octogonal. Está unida a la masía por un arco. La masía, que ya existía en el siglo XIV, conserva el portal adintelado, de punto redondo. Modernamente ha sido restaurada y ampliada.



El dato documental más antiguo que hace referencia al topónimo Togores es del año 986, cuando se menciona el lugar en el Cartulario de Sant Cugat. Se cree que el nombre de Togores proviene del latín "tugurio" en referencia a las cabañas que servían para guarecerse. La capilla en concreto sabemos que ya existía en 1323 y que, durante el siglo XV, fue residencia de monjas. En aquella época la cuadra de Togores formaba parte del dominio de Sant Llorenç del Munt. La Virgen de Togores se venera desde el siglo XVII.



Desde 1922, cada año, al llegar la primavera, se celebra un encuentro tradicional.

A la misma entrada de la ermita, dejamos la pista que marcha hacia la torre del Canonge y cogemos una a mano derecha, dirección NE, hacia Can Moragues. Esta señalizado con postes indicadores, de aqui a la Font de Can Moragues hay 2 km.


Al poco de reanudar el camino encontramos el árbol singular llamado el pino de las Tres Branques.


Avanzamos por la pista hasta desembocar en una pista mucho más amplia, que seguiremos a la derecha hacia Can Moragues.


Seguiremos el camino de la derecha aunque en el indicador marca Can Santpere.


Avanzamos con campos a la izquierda y bosque de pinos a la derecha.


En el camino encontramos una antigua señal que marcaba el límite municipal de Sabadell


Llegamos a un nuevo cruce de tres pistas donde seguimos la de la izquierda en dirección a Can Moragues.


Llegamos a Can Moragues. El campo donde se cultiva cereal es un aeródromo privado donde despegan ultraligeros. Junto a la masía se han construído varios hangares.


La masía de Can Moragues es una masía de tejado a 2 vertientes, con ventanas renacentistas y dos puertas adinteladas. Hay documentos del siglo XVII que explican que el mas y las tierras adyacentes eran propiedad de Miquel Moragues.


La pista zigzaguea junto a la masía. La vegetación es cada vez más exuberante conforme nos acercamos al Torrent de Colobrers.


Enseguida llegamos al inicio del Torrent de Colobrers que está debidamente señalizado.


Merece la pena, antes de entrar en el torrent, acercarse hasta la font de Can Moragues que se encuentra unos 100 metros más adelante. El camino es cruzado por el torrente de forma que se crea un pequeño salto y una poza donde parece que Doug tiene ganas de bañarse.


Llegamos a la font de Can Moragues donde hay una pareja llenando garrafas de agua. Esperamos a que terminen para acercarnos.


La font de Can Moragues se trata de un antiguo lavadero medieval. Sus aguas van a parar al torrent de Colobrers. Aprovechamos para refrescarnos y llenar la cantimplora.


Volvemos sobre nuestros pasos hasta la entrada al torrent. Nada más entrar ya es evidente que es un paraje de una exuberancia salvaje de gran belleza.


Descendemos por el sendero que llega al lecho del torrente y que lo sigue por la ribera atravesándolo más de una vez por pequeños puentes de madera.


Es sorprendente encontrar un lugar como este tan cerca de una ciudad como Sabadell. Un verdadero oasis para disfrutar de la naturaleza.


Llegamos a un meandro donde encontramos la Foradada, un paso artificial excavado para desviar el curso del torrente. De esta manera lo pageses consiguieron aprovechar el espacio creado por el meandro para crear una zona de huerta.


Debido a la inestabilidad de las rocas no es aconsejable situarse debajo de la cavidad por el peligro que suponen los desprendimientos de rocas y grandes bloques.


En nuestro descenso encontramos un árbol enorme que ha caido y forma un arco natural cruzando el torrente.


Un poco más adelante nos encontramos una zona con musgo que crea formas caprichosas mientras el agua cae a traves de ellas.


Justo al lado podemos ver 3 escalones que forman una pequeña escalera en el lecho del rio.


Seguimos por el sendero y encontramos la font de la Tosca, también llamada de los Degotalls. Se trata de una pared de piedra pómez totalmente recubierta de musgos y vencejos, que crecen gracias al agua que cae.



La fuente recoge una pequeña parte del agua que chorrea por la pared hasta constituir un goteo continuo. La piedra pómez se forma al precipitar el carbonato de calcio sobre los musgos y los vencejos.


Aguas abajo el torrente se abre y deja a mano derecha Can Pages, un antiguo mas que actualmente es un restaurante. En este punto acaba el sendero del espacio natural del torrent de Colobrers. Este torrente merece otra visita. Desde luego es un espacio espectacular por la exuberancia de las especies vegetales que crecen aquí. En 1981 este espacio sufrió un desastre medioambiental por el vertido de fuel que hizo peligrar la biodiversidad del lugar. Los restos de material químico no desaparecieron hasta 10 años después. En 1991 el Ajuntament de Sabadell limpió y adecuó este espacio para el disfrute de todos. Sin lugar a dudas el descubrimiento del día. Sólo hay que tener la precaución de no hacer esta excursión en días de lluvia o con alta probabilidad de tormentas. Al tratarse de un torrente muy estrecho es fácilmente inundable con lo cual sería peligroso entrar en este espacio en esas condiciones.




Continuamos adelante hasta llegar al río Ripoll, donde a mano derecha dejamos un puente y seguimos por la ribera izquierda.


A lo lejos vemos en la ribera derecha la ermita de Sant Vicenç de Jonqueres


A nuestra izquierda dejamos las balsas donde se termina de depurar de forma natural las aguas residuales en 3 balsas. En la última incluso se han introducido patos.


Junto a Sant Vicenç de Jonqueres hay una pequeña pasarela


Seguimos por el camino hasta llegar a otro puente.


Al llegar al puente tomaremos el camino que hay a la izquierda y que bordea la fábrica. Antes descansamos en la zona de picnic que hay allí al lado.


Tras un pequeño descanso para comer algo y refrescarnos con la cantimplora que llenamos en la font de Moragues tomamos el camino que sube en suave pendiente. Ya pesan los kilómetros y empezamos a estar cansados.


Desde este camino hay unas buenas vistas de Sabadell


Seguimos subiendo hasta encontrar un nuevo cruce de tres caminos. Seguimos recto en dirección N, hacia la torre de Canonge.


Poco después dejamos una nueva pista que viene por la derecha y seguimos recto por la pequeña senda que nos lleva hasta la torre de Canonge.


Esta masía de origen medieval es uno de los edificios del paisaje rural sabadellense más interesantes. La masía permanece abandonada y sólo se conserva la estructura principal, en estado ruinoso. De la antigua construcción del siglo XII sólo quedan los restos de tres arcos de piedra, que podrían pertenecer a una bodega emplazado en la parte occidental del mas, las cuales fueron arrancadas en 1988. Se conservan en pie las fachadas y algunos de los ámbitos interiores, el tejado, que muestra las laderas orientadas a la fachada principal y al este, está totalmente derribada. Las dos plantas superiores también están bastante deterioradas, aún se mantienen, sin embargo, restos de los soportes de las vigas.



Como elementos de interés arqueológico destacamos: un conjunto de lagares circulares de vino, un horno de pan con cámara y cenicero, paredes de tapia, una ventana situada en la fachada posterior construida con sillares trabajados, una dovela central sobre la puerta de entrada con la inscripción de una fecha (1854), así como una piedra relacionada con uno de los lagares que muestra también una fecha inscrita (1775), posible fecha de conversión de la sala en la bodega y los restos de antiguos espacios asociados al cuerpo principal. También se conservan tramos de la antigua tapia, construida con aparato de relleno y piedra trabajada.



El conjunto también incluye una capilla, del siglo XVII, separada de la casa. Sobre la puerta de entrada hay una fecha: 1745. El ámbito de protección incluye, pues, la masía y la capilla, así como el entorno inmediato. La posibilidad de localizar y documentar restos en el subsuelo, pertenecientes a antiguas construcciones precedentes a ámbitos enterrados como bodegas, lagares, depósitos, galerías, ... confiere al conjunto la categoría de espacio de amplia expectativa arqueológica.

En este punto la pista que va hacia la izquierda nos devolvería a Togores. Siguiendo la pista de la derecha llegaremos a la pista que se dirige al santuari de la Salut por la que iniciamos la excursión.


Deshacemos el camino de ida con la imagen del santuario de la Salut en el horizonte. Estamos cansados pero ha merecido la pena esta nueva excursión por el Rodal de Sabadell en el Valles Occidental.

 






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