sábado, 14 de junio de 2014

Jardins de Mossèn Cinto Verdaguer de Barcelona

En esta ocasión visitamos uno de los jardines más bonitos de Barcelona. Se trata de un jardín que está especializado en plantas acuáticas, bulbosas y rizomatosas. Por tanto, es muy interesante que lo visitemos en primavera o principios del verano para poder ver las bulbosas en todo su esplendor. En otras épocas del año también es un rincón especial donde podemos ver los cambios cromáticos de los árboles.

Los Jardines de Mosen Jacinto Verdaguer se encuentran en una zona que antiguamente era una cantera, situada a los pies del Castillo de Montjuic. El parque fue diseñado por Joaquim Maria Casamor y fue inaugurado el 22 de junio de 1970 por Francisco Franco y el alcalde de Barcelona, Josep Maria de Porciones.

El jardín está dedicado al poeta catalán Jacint Verdaguer. En está zona de Montjuic hay otros parques dedicados a poetas, como los Jardines de Joan Brossa, los de Mossèn Costa i Llobera y los de Joan Maragall.

Tiene una superficie de 4,3 hectáreas, por lo tanto no es muy grande y si queremos hacer un pequeño paseo no nos llevará mucho tiempo. Otra cosa es que las amplias zonas de césped inviten a pasar mucho más rato disfrutando del lugar.

Tiene su entrada principal junto al teleférico de Montjuic, en la Avenida de Miramar. La verdad es que no tenía mucha idea de como llegar así que subí hasta el Estadio Olímpico y allí siguiendo la Avinguda del Estadio volví a bajar hasta encontrar la estación del teleférico. No hay problemas en la zona para aparcar.


Antes de llegar a la entrada de los jardines los nenes podrán disfrutar viendo como pasan las cabinas del teleférico justo por encima de nosotros.


Los jardines se encentran en una ligera pendiente, encontrándose la entrada principal en la parte inferior de la misma. Esta entrada es monumental. Recibe al visitante un gran escudo de Barcelona hecho con plantas bulbosas y enmarcado por grandes magnolias que en su momento de floración, a finales de primavera, dan al conjunto una gran espectacularidad.


Desde este punto se puede contemplar la perspectiva de una gran alfombra verde formada por las praderas del jardín que asciende suavemente. Subiremos por las escaleras que hay a nuestra derecha.
La parte más baja de los jardines están dedicados a las flores bulbosas. 


Tulipanes, narcisos, jacintos y lírios son las grandes protagonistas del lugar. Todo gira a su alrededor y todo ha sido pensado para que su floración, en la mayoría de especies tan extraordinariamente bonita como breve, destaque.


Plantadas en 2.800 m2 de parterres, se extienden por encima de las praderas de césped formando una especie de serpentina continua y colorida, que va abrazando los lugares más soleados del jardín y dibujando el recorrido principal.
Cada año se plantan unos 80.000 bulbos, distribuidos en función de los colores, la duración de las flores y la altura de las plantas. Hay dos épocas de gran floración: los meses de marzo y abril, y de finales de julio hasta principios de septiembre.


La ligera pendiente nos permite disfrutar de unas buenas vistas de Barcelona, del mar y, en los días claros, incluso del Montseny. Vemos la Sagrada Familia.


O la torre Agbar que destaca con su singular silueta.


Llegamos a la caseta de los jardineros, donde actualmente se encuentran los lavabos. Se trata de una pequeña explanada donde hay bancos donde poder descansar y disfrutar de la vista. Además encontramos una de las 2 esculturas de los jardines. Se trata de Maternidad, de Sebastià Badia (1970). Situada debajo de un gran pino marítimo, es una imagen serena, dulce y muy tierna de una mujer mirando a su hijo que está en su regazo.



Seguiremos subiendo a la vez que vamos por el perímetro de los jardines. Hay amplias zonas de césped donde poder pasar la tarde comiendo o jugando.


Subimos unas escaleras bajo la sombra de altas coníferas.


De esta manera llegamos hasta arriba del todo, donde encontramos un pequeño lago con un puente de madera y una fuente con agua potable.


Este pequeño estanque alargado, situado delante de una pared de rocalla con una pequeña cascada es de donde parte el agua que va a parar a la treintena de balsas que se encuentran más abajo. Un puente de madera completa la delicadeza de este rincón, en el que se encuentra uno de los accesos al recinto.


Desde este punto tenemos un magnífico mirador de la ciudad. Podemos dedicarnos a reconocer los principales edificios de la ciudad con los más pequeños.

Mientras las especies bulbosas y rizomatosas están repartidas por todo el jardín, en la parte superior se concentra la parte más importante de la colección de plantas acuáticas, repartidas en una treintena de pequeñas albercas conectadas entre sí, que se sitúan a ambos lados de una larga escalinata.


Estas 30 balsas son junto con las plantas bulbosas uno de los principales atractivos de este jardín. Situadas en una de las zonas más soleadas del jardín, en ellas podemos disfrutar de todo tipo de plantas acuáticas, aunque destacan los nenúfares.


La floración de estas plantas acuáticas comienza en abril y se alarga hasta octubre. La fauna también es un elemento importante en la belleza de estos jardines. Si prestamos atención podremos ver alguno de los anfibios que habitan estos estanques.


Escaleras abajo,llegamos a un lago y una inmensa pradera con grandes árboles dispersos. El lago es irregular y además del agua que sale de un surtidor, recibe el agua que baja por las balsas.


En estos jardines, los árboles son también muy importantes. Cerca del lago hay magnificos ejemplares de eucaliptos (Eucalyptus camaldulensis), un pequeño bosque de Populus alba 'Pyramidalis', sauces llorones (Salix babylonica) y Cedrus deodara 'Pendula'. Otras especies arbóreas presentes en los jardines son el árbol de los escudos (Ginkgo biloba) -hay uno que pertenece al Catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona-, el cedro del Himalaya (Cedrus deodara), un número importante de grandes magnolias (Magnolia gradiflora), cipreses de los pantanos (Taxodium distichum), Sophora japonica 'Columnaris' y varias especies de chopos (Populus alba, Populus 'Campeador' y Populus X canadensis).

Podéis pasar un buen rato con los nenes buscando y fotografiando las diferentes especies de árboles. Nosotros encontramos algunos como el Cedro del Himalaya.


Un alcornoque


La Guayaba del Brasil


Una Magnolia


O una de las joyas del jardín, el Árbol de los escudos o árbol sagrado.


Junto al lago encontramos la segunda de las esculturas, Joven de los lirios. Es un homenaje a Jacint Verdaguer, de Ramón Sabí (1970). Lleva una inscripción con versos del poeta:  "Bonica és la rosa / més ho és el ram / més ho és el lliri / que floreix tot l'any".


Desde el lago vamos a volver a la puerta por la que entramos, disfrutando de nuevo de todas las flores bulbosas.


Los jardines de Cinto Verdaguer están abiertos desde las 10 hasta el atardecer.


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