domingo, 26 de mayo de 2013

Barcino, una urbanización para jubilados romanos

Aprovechando que el fin de semana está siendo meteorológicamente un poco revuelto decidimos hacer algo de turismo urbano por el Barrio Gótico de Barcelona.

En nuestro paseo vamos descubriendo los restos romanos que aún conserva la ciudad.

Cuando los romanos decidieron fundar esta ciudad, lo hicieron en un punto donde, por ahora, no conocemos la existencia de otro núcleo de población anterior. El lugar elegido fue el denominado Mons Taber, una pequeña elevación cerca del mar, de fácil defensa, y con una excelente vista sobre el llano que enlaza con la cordillera litoral. La vía de comunicación más importante era la denominada Via Augusta, la calzada que unía Roma con el litoral Mediterráneo de Hispania.



Seguramente como consecuencia de las reformas territoriales y administrativas ordenadas por Augusto los romanos deciden refundar la ciudad en el siglo I aC. Su nombre completo era el de Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino, sus habitantes eran conocidos como barcinonensis o faventinos. El estatuto jurídico de la ciudad fue el de colonia y tenía la misión de acoger a los veteranos del ejército que habían luchado en las Guerras Cántabras a los que se les asignaban tierras.

El significado del nombre completo sería el siguiente:

Colonia: Asentamiento militar de Veteranos de guerra jubilados
Iulia: Fundada en honor de la gen Iulia Claudia, la cual pertenece el emperador bajo el mandato del cual se levanta esta colonia.
Augusta: Creada en tiempos de Octavio Augusto, primer emperador.
Faventia: Por favor de los dioses.
Paterno: Ciudad fundada por los descendentes de los romanos que vivian en Roma, considerados los padres.
Barcino: Nombre romanizado del antiguo pueblo de origen iberico asentado en Montjuic.

El templo de Barcino estaba dedicado a Augusto, primer emperador y fundador de Barcino.



Fue construido pocos años después de la fundación de la ciudad, seguramente hacia el último cuarto del siglo I aC. Era un edificio de planta rectangular, sobre podium, hexástilo (6 ​​x 11 columnas) y períptero, de unos 35 metros de largo por 17,5 de ancho y 12 de alto, unas dimensiones considerables para la ciudad, y con dos columnas in antis.



Entre la columnata de orden corintio se situaba la ceja, un habitáculo que contenía la imagen o escultura del emperador Augusto, accesible desde el foro. Las ceremonias no se hacían en el interior del templo sino en el exterior, en el mismo foro, hacia la fachada principal del templo. Parece que, además del Templo de Augusto, el conjunto estaba presidido por uno o dos templos menores más. Hoy se conservan cuatro columnas y una parte del podio del ángulo este.

 El lugar exacto donde se encontraba el ara del templo está señalado en la actualidad por una rueda de piedra (ara:losa o piedra consagrada) integrada en el pavimento de la calle Paraiso, frente al umbral de entrada al edificio donde se guarda el yacimiento del templo de Augusto.



Estos restos se encuentran en un edificio del siglo XV que desde 1877 alberga la sede del Centro Excursionista de Cataluña. Ha sufrido varias modificaciones y restauraciones a lo largo del tiempo, la última en 1999. Se abre a la calle Paradís con un portal adintelado que, a través de una bóveda plana, da acceso al patio interior.



Desde este patio sale la escalera que conduce a la planta principal donde se encuentra el Centro Excursionista de Cataluña . En un patio lateral se pueden ver los restos del Templo de Augusto.


Es toda una sorpresa encontrar estos restos en el Carrer Paradís 12, escondidos dentro del edificio gótico que es sede del Centro Excursionista de Cataluña. Son cuatro columnas de fuste estriado y capitel de orden corintio que delimitaban uno de los ángulos del templo. Tres de ellas no se han movido nunca de su emplazamiento original. La otra estuvo durante mucho tiempo expuesta en la plaza del Rey.



La calle del Paradís tiene forma de cuatro y en su trazado avanza desde el ábside de la catedral, penetrando lateralmente en la celia del templo, haciendo su primera inflexión de noventa grados justo frente a la puerta del Centre Excursionista de Catalunya, donde está embebida en el pavimento una rueda de molino que indica, según la tradición, el punto más alto del Mons Taber. Así es, pero además, esta rueda se halla casi matemáticamente situada en el centro de la celia del templo.



Esta forzada situación de la medieval calle de Paradís viene perfectamente obligada por el templo y es un interesante ejemplo de trazado urbanístico medieval superpuesto a un templo romano. La parte central de la calle es en realidad una Vía Sacra que cruza la mitad delantera del templo y cambia, reverentemente, de dirección al encontrarse delante de la imagen que debió presidir el Sancta Sanctorum del templo. Mucho se ha discutido sobre la toponimia de la calle Paradís, ahora a las muchas hipótesis se podría añadir la de una calle que penetra dentro de un templo donde debe suponerse que, por ser habitación de los dioses, se halla el paraíso.

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